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Impacto del apagón digital en el marketing: qué lecciones aprendimos en Clicknaranja

El apagón digital en España: consecuencias reales en campañas de marketing online el 28 de abril
Esta es una síntesis de las lecciones que, desde Clicknaranja, hemos extraído durante los días posteriores al apagón: la crónica de un aprendizaje acelerado que pone a prueba la madurez digital de marcas, plataformas y agencias.
El pasado 28 de abril de 2025, las pantallas se apagaron, los servidores dejaron de responder y las campañas programadas se esfumaron como si nunca hubieran existido. Durante unas horas, toda la Península Ibérica vivió una desconexión total. Pero más allá del caos general, este apagón supuso algo más profundo para todos los que trabajamos en marketing digital: una sacudida estratégica.
Cuando el funnel se rompe
Durante años hemos perfeccionado de forma obsesiva un ecosistema en el que todo ocurre en tiempo real: impactamos, reimpactamos, optimizamos y convertimos. Pero ese lunes, el funnel desapareció. Los CPM cayeron en picado, los CPC se paralizaron, y las tasas de conversión dejaron de existir... porque nadie estaba allí para ver nuestros anuncios.
Los algoritmos de Google Ads y Meta, huérfanos de datos frescos y reales, empezaron a mostrar anuncios en contextos incoherentes. La programática se desorientó sin cookies en tiempo real. Y los dashboards se llenaron de “0 impresiones” o “error de conexión”.
¿Qué aprendimos? Que el marketing digital necesita planes B.

La hiperautomatización es poderosa, pero ciega
Hemos delegado en la automatización casi todo: la puja, la segmentación, incluso creatividades dinámicas. Y sí, funciona... hasta que algo externo rompe el sistema. El apagón nos enseñó que, sin control humano y sin inputs contextuales, las máquinas siguen mandando mensajes aunque no haya nadie al otro lado para recibirlos.
Un cliente nuestro en retail vio cómo su presupuesto diario se diluyó en espacios ineficientes apenas volvió la conexión, porque el sistema trató de recuperar el ritmo a toda costa. No hubo “inteligencia” que interpretara la situación.
Lección: supervisión humana y pausas inteligentes.
La publicidad omnicanal no puede ser 100% online
Hay algo especialmente incómodo que debemos reconocer: muchas marcas se han vuelto digital-dependientes. ¿Y si el apagón hubiera durado 24 horas más? ¿Y si afectara solo a la conectividad móvil? ¿Y si, simplemente, pasa otra vez? Las marcas que todavía cuentan con puntos de contacto offline (radio, cartelería, autobuses, mupis, street marketing o eventos) tuvieron al menos una vía de escape para seguir existiendo durante esas horas.
Lección: el omnicanal no es solo digital.


SEO, SEM y RRSS: el tridente también se cae
Las estrategias de performance sufrieron un vacío. El SEO perdió tráfico directo e indirecto. El SEM quemó impresiones sin clicks. Las redes sociales se convirtieron en un desierto de publicaciones sin audiencia. Y lo más grave: las métricas de atribución del mes se distorsionaron por completo.
En Clicknaranja analizamos más de 30 cuentas afectadas: las tasas de conversión bajaron un 54% ese día; el remarketing no pudo activarse; y el algoritmo de Meta tardó hasta 48 horas en recuperar su rendimiento óptimo.
Lección: la atribución necesita contexto.
Creatividad adaptativa vs. creatividad automática
Durante el apagón, solo las marcas con creatividad humana pudieron reaccionar. Aquellas con equipos in-house o agencias especialmente ágiles pudieron generar contenido reactivo (“Estamos apagados, pero seguimos contigo”, “Nuestro equipo sigue trabajando en la sombra”, etc.). Esa rapidez se tradujo en engagement una vez restablecida la conexión.
La creatividad automática, basada en plantillas y bancos de datos, no tiene esa elasticidad.
Lección: necesitamos creatividad adaptativa, creatividad con reflejos.

Comunicación de crisis: el gran olvidado del marketing
Nuestros 25 años en Clicknaranja nos avalan: ¿Ya nos hemos olvidado de la importancia en comunicación de la gestión de crisis? Muchos e-commerce, apps y plataformas se quedaron mudos. No tenían plan de contingencia, ni canales de atención alternativos, ni protocolos de comunicación en crisis. ¿Resultado? Confusión, frustración y pérdida de confianza.
Algunas marcas simplemente desaparecieron de la conversación digital. Otras, como una gran marca de almacenes con la que trabajamos, usaron su app para notificar a los clientes sobre horarios especiales. Eso es marketing en estado puro.
Lección: hoy en día, el marketing también es gestión de expectativas.
¿Y qué viene ahora?
Resiliencia. Diversificación. Inteligencia contextual.
Las agencias y anunciantes que sobrevivirán a los próximos "apagones" (digitales o no) serán aquellas que dejen de pensar en términos de campaña y empiecen a diseñar ecosistemas. Ecosistemas que entiendan el comportamiento humano, se adapten a situaciones límite y, sobretodo, no dependan de un solo canal o proveedor.
En Clicknaranja ya estamos ayudando a nuestros clientes a:
- Diseñar protocolos de desconexión para saber qué hacer cuando todo se cae.
- Evaluar la resiliencia digital de sus estrategias.
- Implementar sistemas de redundancia creativa (contenidos listos para situaciones excepcionales).
- Invertir en estrategias offline complementarias, no como algo nostálgico, sino como parte del mix moderno.

Conclusión: El apagón como prueba de madurez
El 28 de abril no fue solo un día sin luz. Fue una auditoría gratuita al ecosistema digital de marcas y agencias. Los que tomaron nota saldrán reforzados. Los que lo ignoraron… volverán a apagarse.
En un mundo cada vez más conectado, la verdadera ventaja no está en estar online, sino en estar preparados cuando todo se apague.